septiembre 05, 2012

Cambiar Mi Mundo: Capítulos 46 y 47


Nove adaptada por @chari_mar


CAPÍTULOS 46 Y 47 
 




-¿Te importaría que te preguntara algo? -le pidió Peter.
Lali lo miró. Sabía lo que venía después, pero era inevitable.
-Sí, dime -concedió ella.


Capítulo 46

Para un hombre habituado a hacer preguntas debería de haber sido fácil. Sin embargo, le resultaba muy difícil articular lo que quería decir.

-Lali, la verdad es que me resulta difícil...


Ella se paró y lo miró directamente a los ojos. ¡Difícil para él! ¿Y qué pensaba que era para ella? Cada mañana se despertaba pensando en cuándo llegaría el día, cada vez que sentía un retortijón quería ir a ver si le había venido el período.

-Tampoco es fácil para mí, Peter -le respondió calmadamente.

Peter respiró profundamente y deseó que nada de aquello hubiera sucedido: la muerte de Pablo, el compulsivo modo en que le había hecho el amor... Lo único que habría conservado de todo era a Christopher. Era cierto que los bebés daban mucho trabajo, pero tenían la facultad de hacer que, de pronto, la vida tuviera sentido.

Pero sí habría deseado conocer a Lali en otras circunstancias, en otro lugar, de otro modo. Habría deseado tener la libertad de besarla sin sentirse culpable y triste.

-¿Cuándo sabremos...
-Pronto -respondió ella-. Muy pronto.
- ¡ Vamos, Lali! ¿Qué respuesta es esa?
-¿Qué quieres, Peter, que te dé día y hora? No puedo -respondió ella-. Además, no quiero que me interrogues cada vez que voy al baño, ni que te dediques a contar los tampones que hay en el armario para buscar una señal...

Él soltó una carcajada. ¡Aquella mujer era increíble!

-Si otra persona hubiera dicho eso, me habría quedado de piedra.
-No me extraña. Yo lo estoy. No es el tipo de cosas que habría dicho antes.
-¿Qué ha sido lo que ha cambiado eso? -preguntó él-. No interpretes que me quiera apuntar ningún tanto por ello.

Estaba convencido de que su pésima actuación de aquella lejana mañana en el Hotel Bollier no podía haber cambiado nada.

Lali se encogió de hombros, aunque sabía cuál era la respuesta.

-Creo que tiene que ver con la muerte de Pablo.

Peter sintió celos, unos celos inaceptables pero inevitables.

-¿Porque te diste cuenta de que, después de todo, sí que lo habías amado?

Ella agitó la cabeza en un gesto de negación.

-No, en absoluto -respondió-. Precisamente quiero decir lo contrario.
-Explícate.

Trató de escoger las palabras adecuadas.

-Yo no sabía qué significaba realmente la palabra amor. Me casé con Pablo por motivos equivocados. Me habían educado con la idea de que mi virginidad era una especie de premio que debía dar sólo después de casada, me sentía sola en Madrid... Con Pablo a mi lado ya no tenía que pensar por mí misma. Pero nadie me obligó a meterme en aquello, lo elegí yo -dijo con cierta amargura.
-Continúa -le rogó él.
-Cuando Pablo se marchó, me sentí furiosa y vacía. Pero no me puse a analizar cuáles eran mis sentimientos realmente. Traté de vivir una especie de vida independiente en aquí en Madrid, de mantener los amigos comunes que tenía con Pablo. Pero mi corazón no estaba puesto en aquello y el de ellos tampoco. Sin Pablo yo no era para ellos nada más que media persona. Y en parte tenían razón. El titiritero que movía la marioneta se había marchado, pero no había cortado los hilos. Cuando me marché a Argentina no lo hice con la intención de quedarme allí...
-Pero te quedaste.
-Sí. De pronto, todo era muy fácil, aunque terriblemente aburrido y muerto. Sin embargo, aquella situación me ayudaba a dejar mis emociones en un armario y limitarme a sobrevivir sin más -le confesó y se dio cuenta de que aquel hombre empezaba a saber sobre ella más de lo nadie había sabido nunca-. Cuando me dijiste lo de Pablo sentí dolor, por supuesto, pero también me sentí viva. Me di cuenta de que no podía perder mi tiempo encerrada allí. De algún modo, crecí de repente. Y decidí que, a partir de aquel momento, iba a ser realmente yo misma.

Peter digirió aquella confesión con cuidado, consciente de que él también había dado por hecho muchas cosas, que la había seguido considerando como aquella joven infantil e inexperta que se casó con su hermano.

Sin embargo, Lali era en realidad una mujer hermosa, sensible e inteligente. La inexperiencia es algo que cura la vida. Una mujer como ella había sido capaz de metabolizar todos aquellos percances de un modo envidiable.

Se dio cuenta de que, al menos intuitivamente, había respondido a la mujer que había en ella, deseándola del modo que la había deseado y aún la deseaba.

-Así es que he arruinado tu vida -dijo él-. Si es que estás embarazada y llevas a mi hijo dentro.

Lali sintió su compasión como un regalo, no como un insulto. Había en sus palabras sinceridad y sentimiento. Ningún hombre en su situación habría dicho mi hijo.

-Me parece que estás dramatizando un poco - dijo ella-. ¡Tampoco se trata de haber arruinado mi vida!

Aquel modo de ver las cosas estaba empezando a desesperarlo.

-Me parece que te estás tomando todo esto muy a la ligera.
-¿Y qué quieres que haga? -respondió ella-. Ha ocurrido. Es un hecho consumado. Y lo que sí te pediría es que dejaras de comportarte como si fueras el lobo malo y yo fuera caperucita.
-Es que es así como me siento.
-Pues me estás haciendo un flaco favor. Yo sabía perfectamente lo que hacía y tú también.
-Pero yo nunca...
-¡Yo tampoco! -respondió ella con fuerza-. Pero de un modo inconsciente o que no queríamos reconocer, tomamos una decisión y nos comportamos de un modo anormal en nosotros. A todo el mundo le ocurre, ¿sabes Peter? Eso es lo que hace que seamos seres humanos y no máquinas. Así es que, por favor, ¿te puedes quitar ese maldito gesto atormentado de la cara y llevarnos a comer algo? Me muero de hambre.

Y, como ya había ocurrido en otras ocasiones, Lali lo había dejado sin habla.



Capítulo 47

Lali entró en el comedor y se sentó a la mesa, justo enfrente de Peter, que estaba dándole de comer a Chris, entre cajas de cereales y montañas de periódicos.

Estaba completamente pálida.

-¿Sabes? No lo estoy -anunció ella.

Peter que estaba a kilómetros de distancia de allí no la oyó bien. Sus vacaciones estaban a punto de terminar y no sentía ningún entusiasmo ante la idea de regresar al trabajo.

Al menos, habían encontrado la casa de sus sueños, una casa que él jamás habría elegido de no haber sido por la influencia de Lali.

-¿Qué? -preguntó él-. ¿No estás qué?
-No estoy embarazada, ¿qué va a ser? -dijo ella y rompió a llorar.

Peter estaba habituado a tratar con el llanto de las mujeres por su trabajo ante los tribunales. Pero era muy distinto tener delante a alguien que lloraba porque le habían cazado con medio kilo de marihuana a que el llanto proviniera de Lali.

La pregunta era si debía o no arriesgarse a ir hacia ella, teniendo que dejar a Christopher en su carrito, con el consecuente griterío, para recibir un no, o debía limitarse a apaciguar a la fiera desde donde estaba.

Al final, no fue necesaria una decisión, pues Lali comenzó a interrogarlo de un modo marcadamente hostil.

-Supongo que estarás contento -dijo ella.
-¿Contento?-pues no era la palabra adecuada para describir el vacío que sentía-. ¡Estoy exultante de alegría!

Su tono era claramente irónico.

-Pero te has quitado un peso de encima -continuó ella-. ¿No?

Peter sopesó los pros y los contras de la situación.

-Supongo que es un modo de verlo...

Sin duda, aquello era precisamente lo que jamás debería haberle dicho a Lali en aquellas circunstancias. El llanto se hizo sonoro y Christopher pronto la acompañó. La escena era francamente cómica.

-¿Por qué no tomas un poco de té? -sugirió Peter -. Te sentará bien.
- ¡No quiero té!

Peter terminó de dar de comer a Chris y decidió dejar que ella es desahogara.

Luego, se llevó al bebé, para cambiarle el pañal.

 Lo metió en la cuna y lo arropó.

Al menos, los bebés tan pequeños tenían una ventaja: se pasaban el día durmiendo. Podían dar mucho trabajo, pero también proporcionaban muchos momentos de relax.

Cuando bajó se encontró a Lali en el comedor, exactamente donde la había dejado.

De vez en cuando gimoteaba, pero ya estaba mucho más tranquila.

Puso la tetera y le hizo un té. También le preparó una tostada con mantequilla.

-Come -le dijo.
-No quiero -protestó ella.
-Come, por favor -insistió él.

Ella no tuvo más remedio que obedecer. Se comió la tostada y se bebió el té. Después de haberse llenado el estómago se sentía infinitamente mejor.

-Lo siento -dijo ella.
-No pasa nada -la miró pensativo-. ¿Te pones así todos los meses?

Lali lo miró furiosa. ¿Cómo podía ser tan obtuso, tan estúpido?

- ¡Por supuesto que no! -respondió-. Pero hemos estado bajo mucha tensión y es normal que salga de algún modo.
-Ya -no podía dejar de mirarla. La verdad era que se habría pasado todo el día mirándola gustoso.

Ya no había más lágrimas en sus ojos. Pero tenía un aspecto indefenso, como si fuera un pequeño animalillo asustado.

En cierto modo, se había sentido aliviado por la noticia de que no estaba embarazada. Pero había cierta tristeza también en saber que no había una semilla suya plantada en el interior de aquella extraordinaria mujer.

Sin embargo, a partir de aquel momento eran libres para empezar de nuevo si así lo deseaban, sin nada que los atara obligatoriamente o, al menos, no hasta que ellos lo decidieran.

Para que las cosas siguieran un curso menos acelerado, lo primero que debía hacer era comprar un buen paquete de condones.

Lali lo miró con curiosidad. No podía dejar de preguntarse en qué, exactamente, estaría pensando él.

No obstante, no se iba a atrever a preguntárselo. La influencia de sus hormonas le hacían sentirse más vulnerable que de costumbre. Si al menos se hubiera dignado a rodearla con sus cálidos brazos o algo por el estilo.

Él se sentó de nuevo y respiró profundamente. La miró y la deseó una y otra vez. Inconscientemente empezó a calcular cuándo podría empezar a tramar algo para conseguirlo.

¿Qué demonios estaba haciendo?

Después de todo lo que ella le había contado, todavía estaba planeando el modo de llevársela a la cama.

Lali se había pasado toda su vida presionada por el resto del mundo. Primero su familia, luego Pablo, que la había conducido a un matrimonio sólo por el placer de obtener lo inalcanzable.

¿Es que él iba a utilizar ahora la pasión para coaccionarla también?

Por supuesto que la deseaba, con total desesperación. Pero no tenía ningún derecho a forzar las cosas. Lo que ocurriera debía venir naturalmente, sin juegos, sin necesidad de convencer a nadie.

Ella levantó los ojos y él se sintió morir. Quería perderse en aquellos ojos.

-Yo recogeré la mesa -dijo él-. Vete a descansar un rato. Cuando Chris se despierte nos iremos a dar una vuelta.

Continuara....

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@vagomi

12 comentarios:

  1. Para see abogado ,Peter se queda muy a menudo sin palabras delante d LAli.

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  2. Me perdí k ya no pides firmas,o se acabó la maratón?.

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  3. Mira k en España son las 4:18 d la madrugada,y no tengo nadita d sueño.Así k algún cap más no me viene para nada mal.

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  4. No tengo la menor idea xk Peter quiere esperar ,lo k debería hacer es hablarle claro ,y decirle ,lo k todas intuimos desde el principio.

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  5. Lali también está triste x la menstruación ,seguro se había hecho a la idea d estar embarazada d Peter.

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  6. soy una genia? o he leido muchas novelas? jajajaja no esta embarazada, puede que por alguna extraña razon si lo este, pero no ya se vio que no!!!!! raro!
    pero ya estara embarazada, sabes que quiero?
    MAS NOVE!

    besos valerunchi... isa!

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  7. Hola amiguis aca toy .... comentando por aca y hablando con vos y con Vale por TW

    estoy loca !!!!!!!!!

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  8. Ame toda la maraton aunque me quede con un sabor amargo porque Lali no esta embarazada

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  9. De verdad, que es una muy buena adaptacion que es hermosa de leer y seguir asi que ya sabes .... ahora me avisas cuando subis capi

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  10. De Peter no se bien que decirte ya que por el momento lo dejo en stand by porque aun ni el mismo saber que es lo que quiere con Lali o con Chris asi que por el momento no voy a dejar opinion, solo decir que tiene una forma media rara de enfrentar las situaciones

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  11. JUMM... como una vez dijieron por hay peter tiene las hormonas a full Xd

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  12. La bipolaridad de Lali, es tremenda!! jajaja
    Me encantó!!!
    Lore456

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Hola, Gracias por comentar!