Cambiar Mi Mundo: Capítulo 10 y 11

Nove adaptada por @chari_mar del flog Mar_cha

CAPÍTULOS 10 Y 11

Dedicados a Isa! (@isa_petisaTAcol)

¡Feliz Cumpleaños! Te quiero muchisimo! 

¡Los mejores deseos!

-¿Dónde está ahora?

-¿El bebé?

-Claro. ¿Dónde está?

-Lo he traído conmigo...

Capítulo 10

Peter había anticipado todo tipo de reacciones, pero tenía que reconocer que la realidad lo había sorprendido.

Lali se levantó de la silla como un muñeco de una caja de sorpresas con los ojos inyectados de furia.

-¿Me estás diciendo que has traído a un recién nacido en avión?

-Lali...

-¡En pleno verano!

-Lali.

-¿Qué tipo de persona eres, Peter Lanzani? Merecerías que te denunciara por ello.- A pesar de todo, Peter no pudo evitar sonreír. Se sentía aliviado por aquella forma de enfrentarse al problema. De pronto se dio cuenta de que era la primera vez que algo lo hacía sonreír sinceramente desde lo de su hermano.- ¿No lo habrás dejado en el coche?

-No lo he dejado en el coche.

-¿Con quién está?

-Con la señora Calvo.

-¿Con la señora Calvo? -repitió Lali lentamente, como si le resultara difícil entender lo que acababa de oír.

Cuando finalmente asimiló sus palabras, llegó a la conclusión de que tampoco había sido un acto muy responsable.

-¿Así es que has llegado aquí esta mañana y le has dado el niño a una mujer que no conocías de nada? -le preguntó con una pasión inusitada-. ¡Me parece increíble!

El asintió, impresionado por el despliegue de autoridad que acababa de hacer. No conocía esa faceta de ella. Sin duda había madurado.

-¿Y qué habrías hecho si ella se hubiera negado a quedarse con el pequeño o si hubiera tenido el aspecto de una asesina en serie?

Aquello era demasiado para él. Comenzó a reírse de tan increíble ocurrencia.

-Sinceramente, no habría pensado jamás que estarías trabajando para una asesina, aunque, claro, nunca se sabe -susurró-. Pero si hubiera pensado que la señora Calvo era incapaz de cuidar a un bebé durante media hora, habría tenido que entrar con él.

-Pero no querías hacerlo -supuso ella, sin saber exactamente por qué.

-No -respondió él.

-¿Por qué?

-Porque pensé que sería demasiado para ti. Eran muchas cosas difíciles de asimilar.

-¡Vaya! ¡Qué detalle por tu parte! -dijo Lali, con la esperanza de que él no se diera cuenta de que realmente le sorprendía gratamente que hubiera pensado en ella y el haber esperado a hablar con ella, antes de que viera al bebe.

Él se encogió de hombros.

-He tratado de hacerlo lo mejor que sabía - murmuró él.

De pronto aquella voz grave y profunda le llegó a Lali muy dentro. Inexplicablemente, lo vio como un hombre por primera vez, al menos conscientemente. Tragó saliva para asimilar su confusión.

-¿Podría verlo? -preguntó ella.

Una vez más, su sonrisa. Sólo que ya no era inmune a ella y no sabía por qué. ¿Qué demonios le estaba ocurriendo?

Aunque una explicación posible era que se había estado comportando como una monja desde su boda, de eso hace muchos años, y eso no era fácil de soportar, pero no quería decir que tuviera que irse al extremo contrario. Además TODO estaba pasando demasiado rápido.

-Por supuesto que puedes verlo -dijo Peter-. Está durmiendo en la cocina.

-Vamos allá.

Capítulo 11

Ella lo guió escaleras abajo hasta la cocina.

Había un viejo aparador de madera con puertas de cristal, donde se guardaba toda la loza y la cristalería. Olía a pan recién horneado y había una gran mesa de madera en el centro, que ocupaba buena parte del espacio.

En el centro de la mesa, destacaba un bulto de color azul oscuro, por cuyos bordes sobresalía la blancura de las sábanas.

La señora Julia Calvo estaba en aquel instante atizando la lumbre, pero al oír pasos se incorporó rápidamente.

La mujer los miró muerta de curiosidad, Lali sólo le había dicho que su marido había muerto y que el hermano de él iba a venir desde Madrid. Pero la llegada de aquel hombre tan atractivo y con un bebé había sido más de lo que jamás habría esperado.

La primera intención de Julia había sido averiguar por su cuenta todo lo que pudiera. Pero Peter Lanzani le había dejado muy claro sólo con su actitud que no estaba dispuesto a que lo interrogaran.

-Lo he dejado sobre la mesa porque no quería que lo molestara el perro -dijo la mujer-. La tetera acaba de sonar y hay pan recién hecho. Me subo arriba a hacer las habitaciones.

-Gracias -dijo Lali. Pero su atención estaba centrada en el pequeño bulto de la mesa, así que ni siquiera se dio cuenta de cuando la señora Julia abandonaba la estancia.

Lali se acercó lentamente al pequeño. Estaba profundamente dormido. Entre los ropajes asomaba un rostro redondito y blanco, tierno. Los ojos parecían dos medias lunas, cerradas en un sueño placentero. Uno de los puños diminutos sujetaba la tela. Parecía un muñeco.

A Lali siempre le habían encantado los bebés pero, además, éste era el hijo de su marido. A pesar de todos los sentimientos contradictorios que ese hecho podía provocar, era un motivo para sentirse de algún modo allegada al pequeño.

Al levantar la cabeza se encontró con la mirada de Peter. Llevaba un buen rato mirándola fijamente. Se ruborizó. No estaba habituada a que nadie la mirara desde hacía mucho y menos un hombre como él.

-¿Tenemos que esperar a que se despierte?

Sí -susurró él, con los ojos brillantes-. Tiene unos pulmones muy  potentes a pesar de lo pequeño que parece. Cuando empieza a llorar parece mentira que una cosa tan diminuta pueda gritar con tanta fuerza.

Lali no salía de su asombro: el impenetrable Peter Lanzani se reblandecía como una malva al mirar al bebé y hablaba de él como una madre primeriza.

Estaba claro que los recién nacidos tenían un poder único sobre los adultos, independientemente de su condición o sexo.

Había además algo en sus llantos que incitaba a que se los protegiera. Había aprendido eso cuidando a sus hermanos antes de viajar a Madrid y convertirse en niñera.

Lali miró al pequeño una vez más. No tenía madre y debía echarla de menos.

-¿Quieres un té? -le preguntó a Peter.

Él asintió.

-Sí. Lo único es que, antes, me gustaría pasar al servicio, refrescarme un poco la cara y lavarme las manos. Ha sido un viaje muy largo.

-Por supuesto -le aseguró ella e, inmediatamente, se preguntó cómo podía tener ese aspecto tan descansado a pesar de todo. ¿Es que todos los abogados parecían siempre mantener el control de sus actos y de sus sentimientos?

Le mostró el camino al mejor y más grande de los baños del hotel, lo que esperaba lo compensara, desde el punto de vista de la señora Calvo, por haberle permitido beber de un vaso de vidrio vasto.

Lali preparó el té casi sin quitarle la vista encima al bebé. Estaba ansiosa porque se despertara y ver realmente cómo era.

Aun no sabia muy bien que era lo que sentía frente al bebe, pero lo que si tenia claro era que ese hermoso bebe, le despertaba una ternura inexplicable.

Le resultaba muy extraño pensar que aquel era bebé de Pablo. Su vida continuaría a través de aquel pequeño ser que yacía plácidamente sobre una mesa de cocina.

Debió de querer mucho a Rocio.

Recordó la reacción que había tenido cuando, mes después de la boda, le había preguntado cuándo tendrían hijos. Jamás hasta entonces había hablado del tema.

Pablo reaccionó con auténtico terror. Ese fue el momento en que Lali se dio cuenta de cuál era la actitud de Pablo hacia ella.

Pero, como normalmente hacía con todo, decidió obviar lo ocurrido y darle tiempo.

No volvió a sacar el tema, en parte por la vergüenza de sentirse rechazada y, en parte, por no querer crear un conflicto.

Sin embargo, Lali se había casado fundamentalmente porque quería tener hijos. Siempre le habían  encantado los bebés.

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Chicas ibas a subir mas, pero mañana madrugo y mamá me esta regañando por que no me he acostado a dormir! Así que ni modo!

Espero que les guste! Mañana contesto las dudas! Y como quieren tanto maratón y Mary esta de viaje...... MARATÓN EL DOMINGO! 

Ya saben como  funciona el maratón, de sus firmas dependen el número de capítulos que suba!

Besos

Sean felices

@vagomi