Cambiar Mi Mundo: capítulo 16

CAPÍTULO 16

Hoy maratón 

 -No te va a gustar.

- ¡Vamos, Peter!

Capítulo 16

-Sospecho que te negaste a tener relaciones sexuales con él antes del matrimonio.Para Pablo esa era una recompensa a obtener, la única no alcanzable con dinero.

Lali continuó echando azúcar a su taza de té a pesar de las tres que ya había echado. Ese era el único tratamiento eficaz contra una impresión como aquella.

Le dio vueltas lentamente para lograr que la mezcla reparadora se combinara adecuadamente. Dio un sorbo buscando algo que la reconfortara, luego otro y otro, hasta beberse media taza. Pero nada era gratificante en aquellas circunstancias.

Levantó la mirada, dolorida y triste.

-¿Pablo te dijo eso? -preguntó ella incrédula. Aquello habría sido, para ella, la verdadera traición, mayor que ninguna otra.

-No, por supuesto que no.

-Entonces, si Pablo no te dijo que yo era virgen, ¿cómo lo sabías? Vamos, Peter, comparte tus secretos sobre el conocimiento humano.

Su boca se curvó en un gesto indefinido, tal vez de duda.

-No soy demasiado bueno explicándome... - dijo-. Y éste no es un tema en el que vaya a poder ser demasiado elocuente. Pero, ya que lo preguntas, te diré que, bueno, había algo en ti, una especie de aura de inocencia...

Era un modo bastante interesante de exponerlo.

-Era evidente, Lali, que tu experiencia con los hombres era bastante limitada.

-¿Y eso era un problema para ti? -estaba completamente perdida-. No puedo comprender que eso fuera un inconveniente.

Peter bajó la cabeza y miró al niño... Luego, la levantó de nuevo.

-Lali, por supuesto que eso no era ningún problema. Solamente que yo sabía que no podíais ser compatibles. -Y, por desgracia, tenía razón -añadió él-. ¿No?

-Sí, por supuesto que tenías razón -lo miró con dureza-. Y, a pesar de todo, quieres que lo deje todo y me vaya contigo a España para cuidar a tu sobrino. ¿Por qué, Peter?.... ¿Por qué no te vas a una agencia y contratas a la mejor niñera, alguien que haga su trabajo y no te perturbe?

Una ligera sonrisa apareció en sus labios.

-¿Por qué? ¿Es que tienes intenciones de perturbarme?

Prefirió no responder a aquella provocación.

-Sabes a qué me refiero -respondió tercamente-. Responde a mi pregunta.

Le abrochó la ropa al pequeño.

-De acuerdo, te contestaré. Quiero que seas tú, porque pienso que, de algún modo, serás mucho más cercana a este bebé de lo que pueda serlo nadie.

-¿Por que estuve casada con su padre?

-Sí.

-¿Y qué me dices de mi vida aquí?

Peter miró de un lado a otro. Aquella habitación decorada a la antigua usanza era, sin duda, de gran atractivo turístico, pero una tumba en vida para alguien como Lali.

Allí, de pie, en mitad de la inmensidad de una cocina vieja, vestida completamente de negro, su belleza era casi un insulto.

Al fin y al cabo, le estaba pidiendo que lo rescatara de un trance complicado. El quería hacer lo mismo rescatarla del mundo de los muertos,

-¿Qué vida, Lali? -preguntó él sin transiciones-. Volviste aquí cuando Pablo te abandonó, pero, ¿para qué? ¿Para envejecer mucho antes de lo que te corresponde? ¿Para traer y llevar bandejas a los turistas? ¿Para vivir como una esposa abandonada el resto de tu vida?

Dicho así, el comentario era de una crueldad infinita... y de una sinceridad aplastante.

Era cierto todo cuanto decía.

-Pero ya no soy una mujer abandonada. Ya no. Pablo está muerto y soy una viuda. Eso cambia mucho las cosas, Peter.

Si lo que esperaba era cierta simpatía por parte de él, no la iba a obtener.

-Lo de que eres una viuda es un concepto puramente burocrático -dijo con desprecio-. No es más que una palabra en la que poder refugiarte para negarte a vivir, un escondite diferente, más cómodo, quizás. Pero un escondite al fin y al cabo. Muchas mujeres utilizan ese estado para ponerle barreras a todo lo que se aproxima a ellas. ¿Vas a ser una de ellas?

A pesar de lo cabal de sus palabras, ella continuó su batalla.

-¿Cuál es la otra alternativa que me estás ofreciendo? -preguntó ella-. Un bebé requiere mucha atención, no es algo que puedas agarrar y soltar cuando te viene en gana. Necesita sentirse seguro y alguien que esté siempre a su lado y le dé confianza. Cualquier otra cosa no sería apropiada. Quienquiera que sea el que lo cuide, tiene que estar muy estrechamente vinculado a él.

-Me parece lo adecuado.

Ella lo miró con impaciencia.

Continuara.....

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