Cambiar Mi Mundo: Capítulo 22

Nove de @Chari_mar

CAPÍTULO 22

Capítulo 22

-Eso quiere decir dos habitaciones una al lado de la otra, supongo -aseguró él no sin un aire de sospecha.

-¿Hay algún problema? -preguntó Peter que no salía de su asombro por lo que estaba viendo.

Allan Bollier lo miró directamente a los ojos.

-¿Por qué podría haber algún problema? Es su vida, no la mía. Haga lo que le parezca adecuado con ella. No es asunto mío.

-Exacto -respondió Peter, bastante molesto con el individuo.

Lali le lanzó a Peter una mirada reprobatoria mientras Allan le daba un formulario a rellenar. No había otro hotel en muchos kilómetros a la redonda y no le apetecía tener que salir a buscar otro lugar donde quedarse.

-¿A qué hora es la cena?- preguntó Lali.

-A las ocho en punto -gruñó el dueño mientras colocaba bruscamente dos manojos de llaves sobre la mesa-. Se atiende sólo hasta las diez. El chef no espera, tiene que irse a casa con su mujer y sus hijos.

Lali y Peter siguieron al hombre escaleras arriba. Con un gesto brusco les indico donde quedaban las habitaciones y sin mas, se retiro.

El enfado de Peter se disipó en cuanto abrió la puerta de una de las habitaciones y vio donde iba a dormir. 

Aquel tipo de habitaciones sólo se podían encontrar en viejos hoteles. Era grande, con una gran cama con dosel y una chimenea hermosa, de época. Con sábanas y colcha, como las de antes. Miró la habitación pequeña.

-Me quedo con esta.

Se tumbó en el colchón y bostezó.

-¡Increíble, un colchón de plumas! Hace siglos que no duermo así.

Peter puso a Christopher en mitad de la cama.

-Ese maldito Allan Bollier es muy desagradable -dijo Lali-. ¿Verdad?

-Supongo que no trata a todo el mundo así, si no, no le quedaría ni un solo cliente -comentó Peter- Ser excéntrico es una cosa y otra muy diferente ser un maleducado de tamaño mayor.

-Bueno, yo no estaría muy segura de que la gente dejara de venir por eso -dijo Lali-. Es un hombre muy popular y la gente recorre kilómetros sólo para pasar una noche aquí.

-Sí, pero no de ese modo -sonrió él- Supongo que lo que ha ocurrido realmente es que te conoce. ¿Explicaría eso algo?

-Es posible… -respondió ella- Todo el mundo por aquí nos conocemos, aunque sea de vista.

-Esa es la razón de su comportamiento. Por eso están siendo tan protectores y nos han recibido como lo han hecho. ¿No te gusta que ocurra?

-No sé… -respondió ella, pensativa- Ese espíritu cerrado de la comunidad fue lo que me hizo volver de Madrid. Supongo que, en mi situación, necesitaba sentirme amparada. Pero ahora… después de tantos años no lo soporto. Si estás soltera puede ser realmente asfixiante.

Él sonrió.

-Seguramente piensan que si ya te abandonó un hombre no haces buen negocio cayendo en manos de otro desaprensivo que volverá a hacerte lo mismo.

Lali abrió la boca, no muy segura de lo que podía o debía contestar. En ese momento, Christopher comenzó a protestar.

-¡Salvada por el bebé! -exclamó Peter consciente del rubor que había aparecido en las mejillas de ella, y añadió sonriendo- ¿Prefieres que reserve mi insolencia para más tarde?

Lali lo miró sin saber qué responder. Era terriblemente agradable verlo sonreír, tanto que le daba miedo.

Agarró un biberón limpio y esterilizado de la bolsa a modo de respuesta.

-¿Lo calientas tú o lo caliento yo? –le pregunto con el biberón en la mano.

-Trae, yo lo haré -dijo él-. No quiero exponerte otra vez a la ira del propietario de este lugar.

Agarró el biberón con una sonrisa irónica en los labios.

Ella no respondió.

-Por favor, quítate esa terrible expresión de la cara. No soy ningún donjuán sin escrúpulos dispuesto a seducirte en cuanto te descuides. Por si no te has dado cuenta, tú tienes tu habitación y yo tengo la mía.

Extrañamente, se sintió aliviada y decepcionada al mismo tiempo.

-¿Y Christopher? ¿Dónde va a dormir?

Hubo una pausa y sus ojos se posaron en el tierno contorno del cuerpo de su sobrino.

-Lo mejor será que duerma conmigo esta noche -dijo.

Lali asintió. De repente se preguntó cuántas noches Peter habría tenido que consolar al pequeño.

-¿Lloró mucho cuando... –la oración quedo en el aire, Lali fue incapaz de terminarla por la opresión que tenía en el pecho al pensar en el posible dolor de ese pequeño, que con solo verlo le despertaba una ternura y un amor inexplicable.

-¿Cuando su madre murió? -Peter se tragó el nudo que le oprimía la garganta-. No, no demasiado. El médico que viajaba en la ambulancia me dijo que lo encontraron en silencio y muy quieto. Aunque eso podía haber sido por el impacto de la colisión, claro está...

Las palabras de Peter se desvanecieron en cuanto el bebé comenzó a gimotear.

Los dos se miraron y sonrieron.

Continuara...

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La imagen nada que ver, pero bueh! No hay tiempo! :S

Como hoy me preocupa mi salud mental no digo mas! jajajajaa Ando mal, Loca mal! Pero ssshhh! 

Disfruten 

Besos

@vagomi